Uno de los complementos para bebés esenciales es la almohada o cojín de lactancia ya que presenta muchas ventajas tanto para la mamá como para el bebé. La lactancia no siempre resulta fácil; hay que conocer la técnica porque si no, se acaban sufriendo dolores innecesarios en la espalda. La mamá debe dar el pecho lo más recta posible, no inclinarse sobre el niño sino acercarlo a él al pecho, ya que a la inversa acabará sufriendo fuertes contracturas en el cuello, hombro y zona baja de la espalda.
Es esencial que los dos estén cómodos, no sólo para que sea agradable y se refuerce el vínculo entre ambos, sino porque si el bebe no está cómodo mamará mal y pueden producirse retenciones de leche. Se recomienda alternar posturas a lo largo del día para descargar todas las zonas del pecho y evitar la mastitis.
La postura para dar el pecho no es la misma que para dar el biberón: cuando se da el pecho el chiquitín debe estar girado hacia la madre y cuando se da biberón, debe estar boca arriba. Las almohadas o cojines de lactancia son muy útiles ya que facilitan ésta tanto si se da pecho como si se da biberón. Están específicamente diseñados para acomodar al bebé a cualquier postura que se adopte brindando el soporte necesario. Al acomodar al bebé en ella, los brazos de la mamá no se fatigarán tanto y podrá acercarle al pecho para que mame correctamente y sin esfuerzo.
Las almohadas de lactancia que tienen forma de C son muy ergonómicas; además, su forma permite utilizarlas para otras funciones como acostarle en un mullido nidito para que duerma tras la toma. Y cuando crezca, puedes utilizarlo para jugar con él, enseñarle a gatear y usarlo como apoyo para enseñarle a sentarse.