Dejar a los niños frente a la televisión más de una hora diaria de media está desaconsejado por muchos expertos. Está claro que la vida de la ciudad, la imposibilidad para los niños de bajar libremente a jugar con otros amigos como en el pasado, y el poco tiempo que tienen los padres para dedicar a los hijos son todos factores que influyen en la costumbre de dedicar más tiempo de lo indicado frente a la pantalla.
Es cierto que las soluciones no son tan sencillas de encontrar pero existen. Una de ellas es la necesidad de alternativas. Dar a los más pequeños, por ejemplo, unos juguetes didácticos para bebé es una opción interesante para estimular los niños y hacer de forma que no pasen demasiado tiempo mirando películas.
Estimularle a la lectura puede ser otra idea interesante y nada mejor para eso que el ejemplo de los padres diariamente.
Estimular además que pase tiempo con otros niños y compañeros del cole es sin duda otra manera de ayudarle a aprender a relacionarse y compartir.
En fin, está claro que a veces es más cómodo usar una pantalla como método educativo pero sin duda no es el mejor.